La toledana Sylvia Ortega identifica una proteína capaz de atajar desórdenes cerebrales

Su trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista internacional de Psiquiatría «Molecular Psychiatry»

Sylvia Ortega, en el Valle
Sylvia Ortega, en el Valle

La toledana Sylvia Ortega puede presumir, a sus 31 años, de formar parte del reducido grupo de científicos que han publicado en la prestigiosa revista internacional de psiquiatría «Molecular Psychiatry», del grupo editorial Nature.

Esta joven, doctora en Neurociencia por la Universidad Autónoma de Madrid, ha desarrollado su labor de investigación en el proceso conocido como «neurogénesis adulta» o, lo que es lo mismo, la formación de nuevas neuronas en el cerebro adulto. Este proceso, descrito por primera vez hace 50 años por Joseph Altman, está limitado a unas zonas concretas del cerebro. Se sabe que una deficitaria formación de nuevas neuronas está relacionada con enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas, tales como el alzhéimer, la depresión o el estrés. Por ello, poder aumentar esta capacidad cerebral es una diana para conseguir nuevos fármacos que ayuden en estos desordenes cerebrales.

Este trabajo ha sido publicado bajo el título «JNK1 controls adult hippocampal neurogenesis and imposescell-autonomous control of anxiety behaviour from the neurogenic niche» (traducido al español como «JNK1 controla la neurogénesis hipocampal adulta e impone un control celular autónomo del comportamiento de ansiedad desde el nicho neurogénico»). En este estudio se ha identificado, por primera vez, una proteína, JNK1, capaz de regular directamente la formación de nuevas neuronas en el hipocampo.

Además, según explica Ortega, esta regulación está relacionada directamente con comportamientos de ansiedad y, a largo plazo, esta proteína podría constituir una diana para el desarrollo de nuevos fármacos que mejorarían enfermedades psiquiátricas, con las implicaciones sociales y económicas que ello conllevaría. A día de hoy, desafortunadamente, aún existen grandes grupos de pacientes que no consiguen un tratamiento adecuado.

El trabajo, del cual Ortega ha sido su principal autora junto con dos coautores, ha sido desarrollado en el Turku Centre for Biotechnology (Finlandia), gracias al proyecto europeo R´birth, dentro del marco Marie Curie Initial Training Network.