They design a device for patients with “butterfly skin” with atrophied hands

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They design a device for patients with “butterfly skin” with atrophied hands

Un grupo de emprendedoras chilenas con inquietudes sociales que se interesaron por los pacientes con epidermólisis bullosa (“piel de mariposa”) ha lanzado Oliber, un aparato ortopédico que permite utilizar las manos a quienes tienen las extremidades atrofiadas.

Esta ortesis o aparato ortopédico consiste en unos imanes dentro de unas tiras de tejido que se sujetan a la mano o muñón, con las cuales una persona que ha perdido la posibilidad de utilizar los dedos de las manos para agarrar objetos como cubiertos.

La idea procede de un grupo de emprendedoras, encabezado por Camila Vivallo y Bárbara López, que fueron seleccionadas como finalistas de los premios de la Fundación Mapfre a la innovación social y que han conversado con EFE durante una visita a Madrid.
“Nos impactó mucho el sufrimiento de las personas con este problema, que apenas son 500.000 en el mundo y en Chile son muy pocos. Nadie hace nada por ellos, los costes de su enfermedad son muy altos y tienen muy baja calidad de vida, así que hacer algo que la mejore es importante”, ha explicado Vivallo.

Esta herramienta está pensada para personas con epidermólisis bullosa, una enfermedad genética poco frecuente e incurable que genera una extrema fragilidad de la piel al mínimo roce conocida como ‘piel de mariposa’ o ‘piel de cristal’, que provoca unas graves heridas e imposibilita usar las manos y que en España afecta a unas 500 personas.

Con Oliber, las personas que no pueden utilizar sus manos pueden agarrar cubiertos, un teléfono móvil, un cepillo de dientes o un bolígrafo, gracias a unas tiras adhesivas imantadas que se colocan en cualquier objeto que pese menos de un kilogramo y son atraídas por los imanes de la ortesis.

La simplicidad de la idea llevó a las creadoras de este objeto a extender su uso más allá de los pacientes de esta rara enfermedad, ya que puede ser útil también a personas con amputaciones, enfermedades como la lepra o a personas con dolencias más comunes, como la artrosis.

“El diez por ciento de la población mundial tiene artrosis y otras enfermedades que dejan a las personas sin poder usar sus manos. Calculamos que Oliber puede ayudar a 1.400 millones de personas”, ha asegurado Vivallo.

La ortesis está fabricada por un grupo de mujeres chilenas de bajos recursos que tejen las piezas, disponibles en diferentes tallas y colores, y con diseños especiales pensados para niños, creados por el diseñador chileno Dante Bravo. También ofrecen la posibilidad de elaborar diseños personalizados.

El coste de un Oliber es de 54 dólares estadounidenses (47 euros), a lo que se añaden los gastos de envío, que no superan los 8 dólares, según sus creadores.

En unos meses de venta al público, este grupo de emprendedoras chilenas ha enviado más de 400 unidades a 18 países, y uno de sus proyectos es enviar un millar de ellos a países africanos y asiáticos donde haya un número importante de personas con amputaciones.

Camila Vivallo, finalista de los premios Fundación Mapfre a la innovación social con su propuesta, que también recibió una mención en la Bienal Iberoamericana de Diseño 2018 en Madrid, ha destacado que en su proyecto, desde las fundadoras hasta las mujeres que elaboran los Olibers está formado íntegramente por mujeres. EFE