Grifols annonce son premier jalon contre Alzheimer

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Grifols annonce son premier jalon contre Alzheimer

Un tratamiento basado en plasma ralentiza la enfermedad en el 61% de pacientes en estadio moderado

Nuevo tratamiento para frenar el Alzheimer

El plasma, la parte líquida de la sangre humana, se utiliza para hacer medicamentos; la multinacional catalana Grifols es una de las principales empresas del mundo en utilizar proteínas plasmáticas para elaborar tratamientos de enfermedades autoinmunes, infecciosas, respiratorias y de la sangre, y lleva años trabajando en una propuesta innovadora para que el plasma sea también una cura para el Alzheimer.

Ayer, la compañía presentó, en el marco de la Conferencia Europea sobre Alzheimer que se celebra en Barcelona, el resultado de su estudio clínico Ambar, que concluye que el tratamiento basado en las propiedades terapéuticas del plasma consigue ralentizar (en el 61% de los casos) la enfermedad en pacientes en estadio moderado.

Ambar, iniciado en el 2013, que ha llegado a fase IIB en Estados Unidos y III en Europa, es el ensayo clínico más ambicioso realizado por Grifols; forma parte de la estrategia que inició en el 2004 contra el alzheimer y en la que ha invertido “más de 150 millones de euros entre el 2004 y el 2017”, dice la compañía. Además de Ambar, Grifols también aborda el alzheimer con otras dos investigaciones sobre el diagnóstico y la prevención (una vacuna) de la enfermedad.

La división Bioscience, que representa el 80% del negocio de Grifols, propietaria de una red de 250 centros de donación de plasma que es la más grande del mundo, es líder en la producción de derivados del plasma para tratar enfermedades raras, crónicas y potencialmente mortales. Grifols, propiedad de la familia Grífols y cotizada en bolsa en España y en Estados Unidos, obtuvo en el 2017 unos ingresos superiores a 4.300 millones de euros.

El estudio Ambar, en el que han participado 496 pacientes de 41 hospitales europeos y estadounidenses durante 14 meses de tratamiento, ha estado desarrollado en colaboración con la Fundación ACE en Barcelona y el Alzheimer Disease Research Center de la Universidad de Pittsburgh. Ambar se basa en demostrar que se puede estabilizar el progreso de la enfermedad neurodegenerativa mediante un recambio plasmático o plasmaféresis (la técnica desarrollada en los años cincuenta en Barcelona por el doctor Josep Antoni Grífols i Lucas). En ­este proceso, se sustituye la mayoría de la beta-amiloide, una de las proteínas que se acumula en el cerebro de las personas con ­alzheimer, por la albúmina, que es una proteína plasmática que tiene propiedades terapéuticas.

“Estos resultados abren una nueva era en el tratamiento de la enfermedad de alzheimer. Continuaremos explorando el potencial de las proteínas plasmáticas y de recambio plasmático en estudios posteriores”, dijo ayer el presidente de Grifols, Víctor Grífols.

La OMS estima que en la actualidad casi 50 millones de personas padecen algún tipo de demencia, y el alzheimer representa entre el 60% y el 80% de los casos; considerado una epidemia del siglo XXI, las previsiones apuntan a que la cifra de enfermos podría crecer hasta 75 millones en el 2030, o más de 135 millones en el 2050.