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La suppression du gène RCAN1 chez la souris les empêche de prendre du poids après un régime riche en graisses
Investigadores de la Universidad Flinders de Australia han encontrado que la eliminación del gen RCAN1 en ratones impide que ganen peso tras una dieta rica en grasas, descubrimiento que plantea nuevas posibilidades para el tratamiento de la obesidad.
En las últimas décadas la obesidad se ha triplicado en el mundo, alcanzando cifras de hasta 650 millones de personas obesas en todo mundo. La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, diferentes trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, existe un gran interés en desarrollar aproximaciones tanto para prevenir su aparición como para tratarla una vez se produce.
En un reciente trabajo, un equipo de investigadores de la Universidad Flinders de Australia ha descubierto que la proteína RCAN1, reguladora de la calcineurina 1, suprime dos mecanismos diferentes de la termogénesis o generación de calor por actividades no asociadas al ejercicio. Uno de estos mecanismos está relacionado con la producción de calor en el tejido adiposo blanco a costa de menor producción de energía (ATP) para el organismo y el otro con la generación de calor en el músculo esquelético a costa de consumir ATP.
Los investigadores han observado que la eliminación de RCAN1 en ratones impedía que los animales ganaran peso, incluso después de alimentarlos con comida rica en grasa durante periodos prolongados. En estos animales, el bloqueo de RCAN1 contribuyó a la transformación del tejido adiposo blanco en tejido adiposo marrón.
El equipo plantea que, a lo largo de la evolución, en un principio y en un contexto ambiental en el que los recursos alimenticios escasean, la acción de RCAN1 podría haber resultado beneficiosa para el organismo, pero que cuando existe abundancia de recursos este efecto beneficioso se pierde y la supresión de termogénesis por parte de RCAN1 puede incluso inducir a la ganancia de peso. Así, aunque el estudio ha sido realizado en ratón, los investigadores plantean que RCAN1 podría funcionar igual en humanos y haber contribuido al desarrollo de obesidad.
Los resultados del trabajo sugieren que RCAN1 podría convertirse en diana terapéutica en el tratamiento de la obesidad. En la actualidad el equipo está desarrollando fármacos dirigidos a RCAN1 y comprobando si inhiben la proteína para ver si pueden ser considerados como nuevos fármacos antiobesidad. “A la luz de nuestros resultados los fármacos que estamos desarrollando dirigidos a RCAN1 quemarían más calorías mientras las personas están descansando”, señala Damien Keating, profesor en la Flinders University en Australia. “Significa que el cuerpo almacenaría menos grasa sin la necesidad de que la persona redujera el consumo de comida o hiciera ejercicio”.