El primer bebé del mundo engendrado con la técnica de reproducción asistida que utiliza el ADN de tres personas, llamada como de los tres padres, y sin destruir embriones, ya ha nacido, según ha publicado la revista New Scientist. El niño ya tiene cinco meses y tiene el ADN de su padre y de su madre, más una pequeña cantidad de código genético de una donante.
Los médicos de Estados Unidos que han aplicado en México esta técnica sin precedentes querían asegurar que el niño naciera libre de una enfermedad genética de su madre, de origen jordano. La madre del pequeño había perdido a sus dos primeros hijos por culpa de una enfermedad rara, el síndrome de Leigh, una dolencia mortal que afecta el sistema nervioso en desarrollo. Los genes de la enfermedad están presentes en el ADN de la madre aunque ella esta sana, y por eso la pareja recurrió a esta técnica pionera para tener a su hijo.
La técnica de los tres padres, desarrollada en Newcastle (Reino Unido), combina el ADN de los dos progenitores con la mitocondria sana de una donante mujer. De ahí el nombre popular de los tres padres. Aunque, de hecho, sería más correcto hablar de 2,002 padres, ya que solo casi el 0,2% (en concreto, el 0,18%) del ADN de la donante pasa al embrión y, aunque sí se transmite a generaciones posteriores, no afecta a características esenciales del individuo. También los órganos trasplantados convencionalmente contienen ADN del donante, y no se mezclan sus características genéticas con las del receptor de una manera relevante.
El proceso originamente aprobado en Reino Unido es como sigue, de manera esquemática. Se fertilizan dos óvulos, uno de la madre y otro de la donante, con espermatozoides del padre. Se retira el núcleo de los dos embriones resultantes, y solo se conserva el creado por los padres. Ese núcleo se introduce en el embrión de la donante, sustituyendo al núcleo que se ha desechado. Y el embrión resultante se coloca en el útero de la madre. Lo mismo se puede hacer a escala de óvulo, antes de la fertilización. En ambos casos, el cambio es permanente y la futura descendencia del bebé que nazca con esta técnica estará también libre de la enfermedad mitocondrial.
Pero en este caso, la pareja no quería destruir embriones por sus creencias religiosas. El equipo médico recurrió a otra técnica. Primero se extrae el núcleo de un óvulo de la madre y se introduce en un óvulo de la donante al que previamente se le ha retirado su propio núcleo. El óvulo resultante se fertiliza con espermatozides del padre y se injerta en el útero de la madre para que se desarrolle. El equipo de especialistas de EE UU, liderados por John Zhang, usó el procedimiento para crear cinco embriones pero solo uno resultó sano, que fue el que se le implantó a la madre. El resto no resultaron viables. Los padres son musulmanes y no querían destruir dos embriones, que es lo que habría ocurrido si se hubiera usado la otra técnica conocida hasta ahora. Sí ha habido otro caso en EE UU de una niña con tres padres genéticos, pero en ese caso sí se destruyeron embriones.
La Cámara de los Comunes británica aprobó en febrero una legislación que autorizaba esta técnica de reproducción asistida. Reino Unido se convertía así en el primer país que da luz verde a los llamados bebés de tres padres, lo que se espera que ayude a cerca de 150 parejas que cada año pierden a sus bebés por enfermedades raras mitocondriales.
Entre lo extraordinario y la cautela
En el campo de esta investigación se ha recibido la noticia como un logro revolucionario, aunque también se demanda cautela porque se podría incentivar la búsqueda de tratamientos pioneros en lugares donde la regulación es menos estricta. Para Julio Montoya, responsable del programa de investigación en medicina mitocondrial del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras es “una noticia súperextraordinaria”. “Demuestra que esta técnica es la única manera de que una madre con una mutación en el ADN mitocondrial pueda tener un hijo sano”, asegura, informa Beatriz Guillén. “Lo más extraño me parece que se haya realizado en México, ya que por el momento solo es legal en Reino Unido, y aun así allí todavía no le han dado la licencia. Si se hubiera hecho algo así en España, los médicos hubieran ido a la cárcel”, añade Montoya, de la Universidad de Zaragoza.
“Al realizar el tratamiento en México, el equipo no estaba sujeto a la misma regulación rigurosa que existe en otros países”, ha asegurado el especialista Dusko Ilic, del King’s College de Londres, a SMC. “Esto es una preocupación, sobre todo porque la legislación no solo protege a la clínica, sino también al seguimiento de los hijos nacidos con este tratamiento”, añade Bert Smeets, director del Centro del Genoma de la Universidad de Maastricht.
“Parece que tenemos un bebé sano. Debido a que se ha realizado correctamente, se plantearán menos preguntas, pero es importante que aun así las planteemos”, insiste Ilic. “¿Era esta la primera vez que realizan la técnica o hubo otros intentos y están informando de esta porque se ha realizado correctamente? Esta y otras preguntas importantes siguen sin respuesta, porque este trabajo no ha sido publicado y el resto de la comunidad científica no ha podido examinarlo en detalle”.
Por su parte, el profesor Alison Murdoch, director del Centro de Fertilidad de Newcastle, , explica que si este bebé ha nacido como se sugiere “entonces sí sería una gran noticia. La traducción de la donación mitocondrial a un procedimiento clínico no es una carrera sino un objetivo que debe alcanzarse con precaución para garantizar la seguridad y la reproducibilidad”.