Síndrome alcohólico fetal

Demasiado joven para beber – Too Young To Drink

Es el título de la campaña de la Alianza Europea para prevenir del Síndrome Alcohólico Fetal.

El alcohol atraviesa fácilmente la placenta y daña al feto. Causa malformaciones de la cabeza y la cara, retraso del crecimiento y alteraciones del neurodesarrollo con dificultades para aprender, trastornos de la conducta y epilepsia. No tiene tratamiento y las secuelas son permanentes.

En Europa, al menos el 2% de la población infantil tiene síndrome alcohólico fetal.

La buena noticia es que es evitable en un 100% si no se consume alcohol durante el embarazo.

El nombre de síndrome alcohólico fetal empezó a usarse en 1973. Reconocido desde entonces como un problema de salud pública, la toma de conciencia ha aumentado, pero aún es insuficiente.

Algunos números sobre el Síndrome Alcohólico Fetal

Se estima que la prevalencia mundial del síndrome alcohólico fetal es del 0,97 por 1.000 nacidos vivos. Hay países en que es una verdadera epidemia: en Sudáfrica, se calcula que lo tienen entre 70 y 80 de cada 1.000 bebés nacidos; en Rusia, las tasas de consumo de alcohol son cada vez más altas y preocupa su aumento en mujeres jóvenes en edad fértil.

La exposición del feto a tóxicos puede alterar del delicado desarrollo cerebral. Es pues fundamental evitar el consumo de alcohol, tabaco, drogas y de ciertos fármacos durante el embarazo.

Aunque el consumo de grandes cantidades de alcohol (90 cc de etanol al día) produce el síndrome con sus características clásicas, se desconoce cual es el límite de seguridad de consumo de alcohol. Lo sensato: la abstinencia total.

El síndrome alcohólico fetal causa discapacidad y un coste social elevado. Se me antoja un indicador frío y crudo, pero el coste que supone da idea de la magnitud del problema y del sufrimiento que ocasiona. Teniendo en cuenta la pérdida de productividad del individuo afectado y el gasto de atención médica que requiere, cada niño con síndrome alcohólico fetal costará entre 596.000 y 1.373.836 dólares USA a lo largo de toda su vida.

Características clínicas del Síndrome Alcohólico Fetal

No sabemos cual es la exposición mínima al alcohol que causa daño en el feto, aunque la gravedad de los síntomas empeora cuanto mayor es la cantidad de alcohol consumida por la madre. Por tanto no todos los niños tendrán todos los rasgos físicos ni todas las secuelas neurológicas.

En cuanto a su aspecto físico se caracteriza por una talla y un peso bajos, ya presentes antes de nacer, una cabeza pequeña – microcefalia – y los rasgos faciales que podemos ver en la imagen.

Presentan además malformaciones del paladar, del corazón, hernias abdominales, malformaciones de los dedos de las manos y las uñas y defectos vertebrales de distinta gravedad.

Las lesiones que el alcohol causa en el cerebro fetal son graves e irreversibles, persisten a lo largo de toda la vida. La mayoría de niños sufren:

Además suele haber un lenguaje pobre en vocabulario con frases mal estructuradas, dificultad para exponer sus ideas con claridad, para planificar y ejecutar tareas, mantener la atención o recordar datos sencillos. Su habilidad manual y coordinación son malas, se muestran torpes e inmaduros.

Diagnóstico y tratamiento del Síndrome Alcohólico Fetal

El diagnóstico es clínico y se basa en la identificación de los rasgos físicos y en una buena historia clínica que permita detectar el consumo de alcohol materno durante el embarazo.

Sucede a menudo que muchos de estos niños son adoptados o están en acogida en otra familia. Es frecuente que se desconozcan los antecedentes de consumo de alcohol de la madre biológica. Por eso, en los casos más leves con menos rasgos físicos característicos, los trastornos del neurodesarrollo pueden atribuirse a otras causas.

Desgraciadamente no hay tratamiento, las lesiones del alcohol en el cerebro fetal causan secuelas permanentes. Los niños con síndrome alcohólico fetal necesitan que se les proporcione tratamiento de estimulación precoz y después la atención psicopedagógica necesaria y adecuada para cada caso. Si presentan epilepsia o TDA-H.

Pero, ¿puedo beber un poco aunque esté embarazada?

¿Y bebidas sin alcohol?

La legislación vigente regula que las bebidas “sin alcohol” pueden contener hasta un 1% de alcohol. Las 0,0%, hasta 0’09%. Insignificante, sí, pero alcohol al fin y al cabo.

El síndrome alcohólico fetal se previene al 100% con la abstienencia 100%.  

Si comentas, todos aprendemos.

No te olvides de difundir este post, evitarás una enfermedad grave y prevenible.