En la carrera por la molécula que detenga el Alzheimer

Tres empresas en todo el mundo buscan moléculas revolucionarias aplicando la epigenética. Oryzon es la más avanzada en el área de enfermedades neurodegenerativas.

Carlos Buesa, director de Oryzon Genomics

Durante la hambruna holandesa, la población estuvo privada de alimentos y, como nada en la vida se para y el amor tampoco, ese invierno hubo parejas que concibieron hijos. Dadas las condiciones extremas del embarazo, los hijos vinieron al mundo con problemas. Lo que sorprende es que las siguientes generaciones siguen manifestando problemas de salud derivados. «Algo ocurrió en los genes de esa generación, y el hambre no es una mutación genética. Esto muestra cómo el ambiente modula la expresión de los genes», ejemplifica Carlos Buesa, director general de Oryzon Genomics. De eso trata la epigenética, el mecanismo de regulación adicional del genoma donde tiene el foco puesto su empresa.

Con 19 familias de patentes desarrolladas, dos de ellas vendidas a la farmacéutica Roche, Oryzon Genomics licencia ahora una molécula para tratar enfermedades neurodegenerativas. Esta molécula, llamada 2001, se ha probado en fase experimental con ratones y Buesa confía en que esté en fase clínica con humanos a principios del próximo año. Muestra resultados «muy buenos en modelos de ratón con alzheimer. Es capaz de detener por completo el deterioro cognitivo que presentan estos animales», explica el director de Oryzon.

Su aproximación es innovadora, el efecto de estas moléculas en los animales tratados muestra que los genes implicados en la supervivencia neuronal están activados, es decir la célula nerviosa no muere. También lo están los genes relacionados con la plasticidad sináptica, un mecanismo que regula el paso del impulso nervioso entre neuronas y, además, los marcadores de neuroinflamación, un factor común en enfermedades neurodegenerativas, están bajos. Tres factores: supervicencia, funcionalidad y ausencia de neuroinflamación que los ratones no tratados mostraban de forma opuesta.

Si bien se desconocen los mecanismos por los que se muere una neurona, existe la creencia de que fármacos que funcionan contra una enfermedad neurodegenerativa pueden funcionar contra otra, porque los mecanismos moleculares que hacen que la neurona se muera son los mismos, asegura Buesa. Esto no sólo implica que Oryzon investigará la aplicación de su molécula a otras afecciones del mismo tipo sino que, además, fue investigando cerebros autópsicos de enfermedades como párkinson, alzheimer o demencia de cuerpos de Lewy cuando a los investigadores les llamaron la atención diferentes marcadores, entre ellos LSD1. «Vimos que podía ser un punto de cambio del desarrollo de la enfermedad», relata Buesa.

La compañía saldrá a Bolsa al mercado continuo, convirtiéndose en la primera biotecnológica en este mercado. Además en una ampliación de capital ha captado 16,5 millones de euros.

Previamente licenciaron a Roche, por 21 millones de dólares dos patentes de la molécula 1001 para tratar la leucemia mieloide aguda. La farmacéutica financiará la fase I de los ensayos clínicos en humanos, bajo la supervisión del equipo de investigadores de Oryzon Genomics.

Si bien los competidores de la empresa son las multinacionales farmacéuticas Oryzon Genomics es líder mundial en el campo de las demetilasas en epigenética, con un mayor número de patentes. Sus competidores directos son dos biotecnológicas de Boston, donde la catalana también tiene presencia: Epizyme, con dos moléculas en fase clínica I y la más avanzada a punto de iniciar la fase II; y Constellations Pharmaceuticals con dos moléculas en fase clínica I.

No obstante, Oryzon no se queda atrás, a principios del próximo año tendrán dos moléculas en fase clínica, una de ellas terminando la fase I-II y la otra empezando la fase I.

Fuente: El Mundo (13/11/2015)

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